miércoles, 30 de enero de 2008

Copas

Revolviendo por los altillos de la casa, anda mi madre sacando cosas que no dejan de ser retazos de nuestra vida que un día fueron relegados a la oscuridad de los armarios. Entre las muchas cosas que ha recopilado -supongo que para darles puerta de forma definitiva- me topé el otro día con dos objetos, dos copas. Feas como todas las copas de poca monta. Bien escondidas como toda copa que se precie.

Siempre me dieron cierto repelús esas vitrinas repletas de trofeos como si fuesen un recuento de méritos ante los demás. Quizá por eso nunca dejé copa ni medalla alguna en la repisa y aún hoy, cuando busco algo que por lo general no encuentro, me topo con alguna medalla de natación del año de la polka hibernando en algún cajón. Porque las únicas medallas que reconozco son aquellas en cuyas cintas y cordones sumo años y procesiones, emociones y silencios que me guardo para mí.

Pero estas dos copas sí estuvieron durante mucho tiempo a la vista del respetable. No son copas de cristal cantarín listas para romperse en un brindis, sino de metal baratillo y diseño cutre donde los haya. Una de ellas, la más grande, no es siquiera copa de ganador, sino de una perdedora segura. Y la otra no es copa de méritos, sino de sonrisas. Por eso siempre las consideré dignas de exhibirse, mientras guardé sin interés los vestigios que acreditaban mi paso, ya muy lejano, por los podium.

La primera, bastante horrorosa, me la dieron por llegar la última. En la placa pone: Natación, verano del 78. Nueve años cumplidos en abril. Categoría alevín. Miles de metros nadados todas las mañanas, todas las tardes. Ejercicios de calentamiento, cronómetros, vueltas japonesas, flexiones, descansito y vuelta a empezar. Supongo que entonces tenía por cierto que un día me comería el mundo y que nada se me ponía por delante, así que eché mano de mi vena macarra y me apunté a la prueba de los ochocientos metros, donde todos los nadadores tenían cumplidos los dieciséis o dieciocho años.

Recuerdo la cara de póker de quien rellenó mi inscripción en la Ciudad Deportiva mirándome como si fuese de farol. Pero lo hice. Nadé esos ochocientos metros como si en ellos me fuese la vida; los últimos ciento cincuenta en solitario porque todos los demás habían acabado la prueba. Pero aquellos tres largos olímpicos eran míos y nadie me los podía quitar. Cada bocanada de aire me dejaba ver las gradas de la Sindical en pie animando. Y aunque pensaba que cada brazada era la última, llegué al final. Y había una copa esperándome. Mi copa de perdedora. Mi copa de campeona.

La otra me recuerda que la sonrisa abre puertas cuya llave no poseen la belleza y la fuerza bruta. Que la sonrisa es la piedra sobre la que se asientan los sueños. "Miss Simpatía Club Náutico-83". Una horterada en toda regla, que precisamente por eso, por hortera, tuvo muchos años sitio preferente en mi habitación. Lástima no haber encontrado una tercera copa de un concurso de jotas de barrio, con una pareja de flamencos en todo lo alto. También hubiese sido digna de la repisa, pero creo que fue a parar con el resto de chatarra a sabe Dios dónde.

Y ahora que me reencuentro con ellas, he querido fotografiar esas copas y traerlas a la fábrica. Para que bebamos juntos aquella derrota por orgullo y aquella sonrisa que nunca me costó nada encender, incluso con aquellos que intentaron silenciarla.

Porque, a fin de cuentas, la vida es una inmensa copa en la que todos nadamos, luchando día a día para bucear lo justito y no tocar fondo. Porque la vida es una copa de dolor y esperanza que hemos de apurar en cada sorbo. Porque la vida es una copa de alegría que tenemos que rebosar en cada sueño.

24 comentarios:

Félix dijo...

Una por macarra (por aquello de la vena...) y la otra por simpática. ¡Menuda mezcla!
No hacía falta que lo dijeras, porque en esta herrería tuya no hay cuchillo de madera. La simpatía la derrochas, según quien te conoce, y la vena macarra debes haberla arrinconado, aunque, como estas copas de tu armario, hay veces que la recuperamos y nos sorprendemos de que aún esté ahí. Utilizable dentro de su inutilidad. Es opcional.
Cordialmente,
Félix

Alfredo dijo...

Ana, sabes que los de la mivida de los ochenta siempre hemos un poco macarras y tiraos pa lante, por eso no me extraña,¡ viva la copa de la perdedora !

¿ La copa de la de la simpatia ? ¿ cutre ? jajajajaja, te deberian de dar una copa de mis simpatia cada dia del año

Alfredo

Alfredo dijo...

Perdon perdon Ana miss simpatia

manuel allue dijo...

Niña, si la Maruja Torres hubiera sido capaz de firmar tu entrada de hoy todo el mundo hubiera hablado de ella desde la hora del desayuno hasta la del café. ¿Pero qué haces que no tienes una columna fija en cualquiera del libelos que compramos cada día?.

Anita, de lo mejor que te he leído.

Lola dijo...

Esto de las copas es que es la leche. Nunca me dieron una y mira, que tampoco tengo sitio para ponerlas.
Lo de Miss Simpatía 83 me ha llegado al alma. No, si ya se vislumbraba entonces que la dueña de la fábrica tiene mucha pero mucha simpatía. Creo que esa copa es para guardarla, mirarla, y sobre todo, sonreir.
Un beso.

Skunky dijo...

Berrenda...

Lo siento...

selom dijo...

AY Berrendita, copas de amor, de alegrias, de sentimientos, son al fin y al cabo copas de recuerdos, mi hermano tb tenia algunas, yo nunca he ganado ni una, porque el deporte no iba conmigo....

Recuerdo q estando en la escuela de monjas, dibujaba delante de ellas, y decian que premios no me daban porque era imposible que con la edad que tenia dibujase esos dibujos, q eso me lo hacian adultos... nunca llegue a comprenderlas :P

Saludos :D

Kinush dijo...

Claro que si!!! brindemos todos juntos por la amistad, por el amor, por el arte... por todo aquello que nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos y nuestro entorno.
Y como es tiempo de Carnaval me quedo con el eco de un villancio de Juan del Enzina:

"Hoy comamos y bevamos
y cantemos y holguemos,
que mañana ayunaremos".

la,la,laaa,la

Un besete!!

Ana Pedrero dijo...

Félix: pues de eso se trata, de ser berrenda incluso para las copas. Y sí: la macarra sigue siendo opcional, porque de vez en cuando asoma. Pero poco. Un beso. :)

Alfredo: Para que me diesen una copa de miss simpatía cada día del año habría que ganársela. Y a veces pienso que no ando muy entrenada. Pero se hará lo que se pueda. Otro beso. :)

Manolo: eso no es un piropo. ¡¡Es un piropazo!!. Tus palabras son mi copa del día. Te sigo queriendo. :)

Lola: después de fotografiarlas, devolví las copas a la bolsa donde las ha metido mi madre. Pero si es por eso, lo de la de "Miss Simpatía" me lo pienso,jajaja. Un beso con calas. :)

Skunkita: entre nosotras esas cosas sobran, no joas. A seguir nadando, ¿vale?. Un beso. :)

Fanny: si te sirve de consuelo, a mí me decían que me los hacía mi padre. En fin, se ve que son iguales en toda la geografía.... jajaja.Besito, guapa. :)

Kinush: pues no he cantado yo veces el "Hoy comamos". Apliquémonos el cuento cada día, que mañana ayunaremos. No perderemos bocado, que comiendo nos iremos..... :) Otro beso.

Gracias macarras y perdedoras a todos. :)

p.d. A mí me dieron el "Miss Simpatía", pero que sepáis que a Tere, preñada ella de sus gemelos, le dieron el "Miss Inteligencia". Vamos, que tenéis dos misses cojonudas por el precio de una. :)

Anónimo dijo...

Tienes razón pero existen; también los tragos amargos , copas que si de verdad darían ganas de votar al vacío en un vote y servirse otra.
saludos y abrazos.

Ana Pedrero dijo...

¡¡Claro Jaineiris!! Pero esas copas generalmente vienen servidas solas y cuando menos te lo esperas. Por eso nosotros tenemos que saber apurar sus sorbos con valentía, mientras llenamos de alegría nuevas copas. Y te lo dice quien está bebiendo últimamente un cóctel explosivo.

Un beso. :)

Josue dijo...

No las tires, esta súper de moda son Vintage, concepto muy usado entre los Gurus dela estetica y el diseño. esto debe ser que debe ser que te pruebas un pantalon de los 80 y 70 y te preguntas ¿me vale? si pues me lo pongo, y como si fuera Laura Ponte todo palente, ni se te ocura tirar nada, avisame que mepondo con el coche en las marinas en un momento.

CHiCHI

Josue dijo...

tu la última y yo lo mismo en mi categoria. Te juro, creo recordarlo, fuimos en la furgoneta de las Vegas, que Gran Señor era D. Graciliano, UN SEÑOR. termine la competcion con un asma, que no podia más y lo peor es que crei que era el primero, pues no veia anadie en ninguna calle, ya estaban todos en meta, es más, me permi ti el lujo de bajar la velocidad... iba sobrado, pue si te recuerdo perfectamente y es mas nos cruzamos algunas palabras.¡qué maja¡

chichi

Alberto dijo...

jajajajajaja, me he reído bastante con este post. Y mira, tenemos más cosas en común, yo también hice natación muchos años, pero medallas pocas. Leñe, unas que nos dieron por quedar terceros de tres a años luz del segundo, y otra porque al entrenador le dí penica y me dió una. jajajajajaja. Ya ves, espero que las medallas que valen las llevemos en el alma. Porque fuera.. jajajaja

Ana Pedrero dijo...

Ay, Josué, qué risa, por dios!! Anda que nos nos hemos reído tú y yo. Lo primero, ENHORABUENA por ese pedazo de bombón que duerme en su cunita y al que le debo un post de bienvenida al mundo y a la fábrica. Sigue prodigándote, que es un lujo verte por aquí, mi queridísimo amigo. Chichi. Mil besos. :)

Pues claro que sí, Conchero (otra alegría grande el verte por aquí, que últimamente me andas muy perdido). Esas medallas son las que valen. Por lo demás, continuamos nadando día tras día. Y por mucho que quieran meternos la cabeza bajo el agua, siempre salimos a flote. Y es mucho. Besos, guapo. :)

Unknown dijo...

Qué bueno. Berrendita me he reído mucho con esta entrada. Primero pones a parir esto de los trofeos y medallas (lo comparto totalmente...no hay cosa más fea que una vitrina en una casa llena de copas...demostrando LO BUENO QUE SOY). Pero luego nos explicas el siginificado de las 2 de las fotos...y la primera, la grande es muy bueno...por llegar la última!!... porque eras una enana de edad ante chavales mayores...pero hiciste los 3 largos...cómo debe de ser!, con fuerza de voluntad. Y la segunda a Miss simpatía...no te quejarás. Para recordar.

Gorky dijo...

Berrendita ni se te ocurra tirar la copa de la perdedora pues no es tal. El coraje de enfrentarte a la vida lleva esa recompensa y ahora creo debes abrazarla con pasión sabiendo que aunque sea desde el fondo de ella tu sabes luchar y nadar hasta la orilla de la felicidad que sin duda te está esperando con los brazos abiertos.
La de Miss simpatía, te sobra. Esa te la obsequiamos todos desde nuestro corazón cada vez que te leemos, disfrutamos, lloramos y soñamos.
Los tragos amargos tienen la utilidad de saber saborear con más frenesí los dulces.
Caminante, no hay camino ... se sale del fondo al nadar. Como tu publico de años ha, aquí nos tienes en pie aplaudiendo tus sueños un día más.
Un beso y copa de amistad.

Ana dijo...

No todas las copas son de perdedora, ni todas las lagrimas amargas...!! Tu hiciste tu merito en las dos... y te lo digo, es mejor ser simpatica q guapa, pues a los cien años todos calvos, viejos y arrugaditos.. pero la simpatia sigue hasta los 200 años..

Un saludo

Ana Pedrero dijo...

¡¡Qué bueno, Ricardo!! Pues para eso estamos: para reírnos. Me encanta que compartas ese horror mío ante las vitrinas llenas de oros y platas de a todo cien. Un beso. :)


Gorki: gracias, gracias por ese ánimo mientras sigo nadando los últimos largos en solitario mientras los demás ya han salido de la piscina. Llevo unos cuantos tramos buceados, pero siempre busco la superficie para tomar aire. Mil besos. Exhibiré tu copa junto a estas dos. :)

Ana, tocaya: Dí que sí. Y nosotros que lo veamos. Otro beso. :)

Iacobus dijo...

La copa de "ultima clasifiacada" en los 800 es la que debes guardar, pues significa los "bemoles" que le hechas a la vida.
Competir con esa edad en los 800 y contra gente mayor que tú demuestra la capacidad de sacrificio que tienes.
La de miss simpatia, la tienes siempre, esa no necesitas conservarla.
Un saludo de un ex-nadador que abandono la competición, cuando comenzarón los estudios fuertes.

Donce dijo...

Qué bonito es amontonar recuerdos de copas y risas, en un bar, en una piscina o donde quiera que las haya...
Continúa hoy sembrando recuerdos! Quizá lo que en este momento es amargo, mañana pase a ser otra copa en tu vida.
Un beso guapa.

Ana Pedrero dijo...

Iacobus: lo primero, decirte que me encanta verte por aquí. Y sí, bemoles siempre he tenido. Lo que pasa es que aún no sé muy bien para qué coño sirve, si al final siempre les va mejor a los que esconden la cabeza como el avestruz. Así nunca les parten la cara. En fin.... besitos azulones. :)

Donce: con el presente te diría lo que Jesús al Padre en el huerto: aparta de mí este cáliz. Pero, bueno, es lo que toca. Y seguimos tragando a sorbitos, y seguimos nadando, que ya es mucho. Un besazo, campeona. :)

Kinush dijo...

Berrendita mía!!muchas gracias por tu información!! estoy que me va a dar algo, por fin voy a poder ver las obras de Berruguete, Juni, Gregorio Fernández, Espinabete, Mena, Villabrille....por no hablar de las pinturas. Del Museo Nacional de Escultura me van a tener que echar a patadas!!ja,ja,ja
has visto mi email sobre el Stabat Mater de Vivaldi por Jaroussky? si es que no, te paso el enlace por aqui:
http://www.naiveclassique.com/

un besazoooo

Kinush dijo...

perdón muñeca!!este es el enlace bueno, que te trae un mini-documental:
http://www.divinsfrissons.com/FR/films.html

joooo que voz Dios mio!!