martes, 22 de enero de 2008

Cantando por tus orillas

Una y pico de la madrugada. Aquí, en la plaza conventual de los tilos y la niebla de esta noche, resuenan los ecos de una comparsa. Aquí, en este ordenador donde desordeno sueños, robo por lo pirata las voces de los hombres de la tierra de la alegría.

Como si estuviese allí, al pie del mar, pegada al transistor o devorando imágenes en los canales locales, consumiendo madrugadas, descifrando letras, afinando el oído, limpiando mi alma. O allí, en la Plaza de Flagela, que es la Plaza del Falla, lamiendo con la mirada la humedad de sus empedrados. La Catedral de los sueños, en uno de los palcos que se asoman al templo consagrado a las coplas. O en el foso de los leones, como una guiri camuflada entre gaditas y jartibles, abocada a amar esa tierra por la condena de los versos y los pasodobles.

Aún falta casi una hora para que pise las tablas la comparsa de Juan Carlos Aragón. Mi comparsa. Los pentagramas que me cosieron la vieja Gades al alma. Las palabras que encadenaron mi corazón a sus orillas como una barquilla que siempre regresa a la blanca arena. Igual que yo siempre volveré siguiendo el rastro de su palabra incendiaria hasta quemarme en sus infiernos. Igual que siempre cantaré al compás de sus latidos.

Y espero mientras imagino el templo de ladrillo colorao como un hervidero. Las filias y las fobias desatadas. Las pasiones sobrevolando el Paraíso. Las sombras inmensas de los Ficus pintando de noche la Alameda. El mar picaíto rumiando soledades en el Campo del Sur. De la Caleta a Victoria, el agua en todos los puntos cardinales. El tanguillo chirigotero que ahora escucho. La guasa gaditana que desborda el teatro. Ole, ole y ole, y al que no diga tres oles, se le seque la yerbabuena. El Nazareno Greñúo durmiendo en Santa María. Cádiz despierta esperando la poesía de Aragón, el veneno del verso. La condena maldita de unos ángeles caídos que abrieron las puertas del cielo cantando por Cái. Las puertas de tierra de la tierra sin puertas.

Y no lloraré más en tu nombre, Cádiz, porque escucho tu voz y me jaleas por bulería. Y si se me caen las lágrimas a puñaos, será agua salada que sumar en tu mar a cambio de tu inmensa alegría. Porque haces de esta noche una noche de febrero. Y es amor el que me arropa en esta noche de vigilia y emociones, de distancia sin distancia caminito del Falla. Porque sonrío con tu poca vergüenza y muero con tu sobredosis de arte. Y te conozco y te sueño. Porque estoy velando contigo las noches de cuarteta y compás. Porque esta noche la niebla es un telón de terciopelo y mi corazón un metrónomo al tres por cuatro desbocado de impaciencia. Porque estoy pisando tu suelo. Porque conozco el cielo, la brisa de tus calles.

Y siempre canto contigo. Y sigo cantando por tus orillas.

(Y cada noche podéis escuchar a mi Cái esparciendo carnavales aquí)

16 comentarios:

Félix dijo...

¿Qué más añadir? Todo lo demás serán palabras vanas. Ahora mismo vengo del Falla y de escuchar a Aragón. Sólo leyendo tus palabras. Sin más. ¿Sería distinto "in situ"? Seguramente sí. ¡Sería peor!
Cordialmente,
Félix

Lola dijo...

Ay, Berrendita, mira que me vas a hacer llorar a mí con esta nostalgia que desprendes. Ea, niña...que seguro que en el mar resuena una risa para ti.¿no la escuchas? Escucha, Ana...ahí está.Para ti, Berrendita Un beso, guapa.

Ana Pedrero dijo...

Sí, Félix, volvemos del Falla de escuchar los versos del poeta maldito que me robó el alma. Pero te aseguro que "in situ" es mejor. Un abrazo, y gracias por la confianza ciega. :)

Lolita, no me llores. Es nostalgia, sí. Pero de la bonita, de la que no duele. Canto con Cádiz cada noche y espero en vela la madrugada como si estuviese en aquel teatro desgranando carnavales. Y escucho la risa del mar. Sé que está ahí, igual que estás siempre tú, con tus preguntas y tus flores. Otro beso, corazón. :)

selom dijo...

LO QUE DEJÉ POR TI

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

Rafael Alberti.


Ohhh querida Berrendita, te dejo hoy un poema de Rafael Alberti, tanto añoranza a tu Cadiz, me recuerda a él, realmente cuando se echa de menos una tierra eso es Amor!!!!!!!!

Tu no desvanezcas, tu Cádiz te recuerda siempre!

Ana dijo...

A mi que no me gustan las comparsas, ni los carnavales.. me emocionas con tus palabras, pues aunque tu alma se vista de carnaval, tu espiritu se quita la mascara y despuntan los sentimientos al amanecer...

Un beso, Berrendita!

manuel allue dijo...

Me puedo imaginar en Cádiz, mi Niña, y hasta entonar los tres olés para que no se me seque la yerbabuena. Pero me has colocao en un momento en tu plaza de los Tilos, me has rodeado de niebla y de buen humor, de frío sano (o insano, ¡qué más da!), pero sobre todo me has quitado en un momento, y casi sin frase, el manto de mal rollo de mi tarde mediterránea y esa sí que sí dormida de verdad. ¡Me has despertado!. Gracias, Berrendita (y voy y brindo por tí).

Ana Pedrero dijo...

Fax: precioso poema de Alberti, aquel gaditano de El Puerto que cantaba al mar, a la mar.... Y sí: Cádiz me ha dado, a cambio de mis penas, casi tanto como dejé para pisar su suelo. Mil besos.

Ana, tocaya: a mí tampoco me gustaban, o eso decía, hasta que me robaron el corazón a base de sentimiento. Y tienes razón: los sentimientos son como los sueños: no pueden tener máscaras, por mucho que queramos disfrazarlos a veces. Otro beso.

Manolo, cariño: Aquí, en la plaza de los tilos con la niebla. O en Cádiz, al calor de un atardecer en el castillo de San Sebastián. En la puerta del Museo pelando un frío del carajo o al pie del mar abrigados por el seco soplo del levante. Soñando despiertos pasiones y carnavales. Despertando malas tardes en las orillas mediterráneas. Cuenta siempre conmigo. Mil besos. :)

estrella de mar dijo...

q bonito

ohh carnavales... aqui es un rollo, como la clase de italiano de hoy, como el congiuntivo perfetto (ebbi, fosti, demmo... quien dice eso?)

pero ayer vi a un canguro merendando en el mcdonalds con su abuela y me salio una sonrisita

un abrazo, que hoy no estoy pa besos.

Alvarito. dijo...

Lloro porque el Carnaval me lo ha dado todo. El Carnaval es como una medicina que me cura todo. Y más juancarlos Aragón...preciosos pasodobles los que han cantado. Ay! Berrendita ¿Cómo explicar que es el carnaval? Mi respuesta sería aquello que todos los años hace que siga para adelante en la vida.
En mí casa se oye carnaval por todos los lados mi madre emocionada con la comparsa que le trae este año Quiñones con su mercado de las maravillas , mi padre ríe con el Yuyu y sus monstrous del pueblo y mi hermana le pone carnaval a su hija de dos años para que escuche parte de su vida.
Gracias carnaval por todo lo que me has dado.

Kinush dijo...

Ayns Berrendita de mi alma!! Tú si que acaricias el alma con tus palabras, escultora de sueños con nostalgia en la mirada.
La verdad que te comprendo, yo en Cádiz sólo estuve un día y para mí ha dejado una huella como si hubiese estado un año entero, es una ciudad mágica por todo, su luz, sus gentes, sus paisajes que nos traen ecos de Cuba… por todo.
Pero Zamora no se queda atrás eh!! Las cosas como son y más después de ver ese reportaje y las fotos de esa emocionante Semana Santa. De verdad que me emociono cada vez que veo la procesión del Cristo yacente con ese miserere.

Un beso chiquilla!!

Ana Pedrero dijo...

Estrella, pues si no estás para besos, te los inventas. A fin de cuentas, para eso estamos. Un día te pondré Toro a las puertas. Porque es un sueño compartido. Mil besos. :)

Ay, Alvarito, cómo se te nota la vena gadita. Es difícil explicar cómo vive, cómo siente, cómo alimenta Cádiz su Carnaval año tras año. En la calle, en el Falla, en pleno verano en la playa, cuando oscurece en otoño y empiezan las agrupaciones a ensayar o en la voz de los niños, que sueñan comparsas y chirigotas desde que nacen. Como tu sobrina, que el día de mañana tarareará con nosotros miles de estribillos. Eso fijo. Mil besos. :)

Kinush: como dices tú, pues claro que sí!!. Cádiz deja huella con su malecón, que es el Campo del Sur. Como tan bien lo cantaba Carlos Cano en sus habaneras, según la letra de Antonio Burgos. Y Zamora nos escribe en la piel con piedras, con el rumor del Duero, con la pasión que toma las calles cuando llega Semana Santa, con ese Miserere del Yacente, con la madrugada echándose encima a las cinco en punto en las puertas de San Juan. Todo lo llevo escrito en mi alma, aprendido de memoria, para vivirlo, para soñarlo, para que nunca se me olvide... Un beso.

Unknown dijo...

Berrendita, a mí me pasa como a Ana, que no soy tampoco mucho de comparsas y menos de carnavales(es una fiesta que nunca he vivido mucho)...pero de verdad que me has hecho evadirme a la nostalgia de las comparsas gaditanas.

Hace bastantes años estuve un par de veces en Cádiz (y en algún pueblo de alrededores como Conil) y es cierto que tiene una magia especial...y conozco mucha gente que tienen que veranear todos los años allí!...qué tendrá esa tierra!

Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) dijo...

Berrendita.
Te leo y me haces llorar contigo. Tanta nostalgia y tanta penita pena de sufrir la distancia. Se puede decir, se puede hablar de añoranza, pero sentir como tú sientes no se puede evaluar ni cuantificar, porque sientes mucho, demasiado. Orgullosos deben sentirse los gaditanos de tener un embajadora mesetaria, recia y dulce al mismo tiempo, que se derrite por su Cái del alma.

Espero que el pueblo de Cádiz se postre ante tanto fervor como destilan tus letras por esa tacita de plata.

Un beso mi niña.

Ana Pedrero dijo...

Ricardo: es la tierra de la luz, de la sal, de febrero el loco, de las alegrías, las bulerías, los tanguillos y las coplas de carnaval.... qué más se puede pedir??. UN beso. :)

Anatema: no llores y canta conmigo. Este fervor, esta nostalgia, no es si no el recuento de tantas alegrías como mi Cái me ha brindado. Pagado tengo por adelantado el sentimiento. Un beso.

Viajando en grupo dijo...

Inreíble!!! La Salamora existe!!! Entre por casualidad a este blog y me di cuenta que el sueño de muchos allá en Europa es tambien mi sueño aquí. Pero es una realidad para mi pues La Salamora existe, entre la naturaleza, entre las sierras, las quebradas, los arroyoz y cañadas, entre la paz y la luminosidad de estos cielos, existe. Seria bueno compartirla con uds. Ya han venido paisanos de esas tierras y he podido compartir con ellos este mi sueño. Animense aqui en este pequeñito pais de America del Sur con forma de corazon, bañado por las aguas del Rio de la Plata y del Oceano Atlantico se encuentra esta Salamora, americana, pero con los mismos sueños que la española. Los esperamos que bueno seria combinar sueños Alicia

Viajando en grupo dijo...

Chicos, que os pasa, No les sorprende que allende el oceano haya otra Salamora?? Berrendita vamos, habla o mejor chatea o se han quedado pasmados de saber que en la tierra de los Charruas tambien hay una fabrica de sueños

vamos ....