domingo, 29 de julio de 2012
Pero tú no, Tere. Tú no.
A ver, Tere. A ver cómo te explico que me has dejado sin palabras, que no sé qué coño escribir aquí, frente a esta pantalla en blanco que de cuando en cuando se me pierde entre tanto dolor, entre tanta rabia, entre tanto desconcierto, entre tanto no saber qué decir.
A ver cómo te digo que hoy no sé escribir, con lo que tú disfrutas entrando aquí de puntillas, en esta fábrica de letras y en toda mi vida, en todos mis sueños, para vestirlos de gala y ponerlos a bailar por las calles y dentro de mi alma.
A ver cómo resumo tantas cosas, tantas confidencias, tantos abrazos, tanta verdad entre tú y yo. A ver cómo te explico que febrero ya nunca será febrero; que tus Águedas tenemos la voz y el corazón quebrado, que nunca sonaron más tristes las saudades de la dulce lengua portuguesa ni tan lejana la felicidad, la suerte inmensa de compartirte.
A ver, galana, cómo te escondo tantas lágrimas, con lo que a tí te jode verme llorar, que intenten hacernos daño a los que quieres por encima de todas las cosas, en todos los momentos, frente a todas las tempestades. A ver cómo le cuento al mundo tanto amor, tanta inteligencia, tanta fortaleza, tanta alegría, la luz infinita de tu presencia, el regalo de vida que nos hiciste cuando fuiste poniendo a tus hijos en el mundoy nos dejaste cobijar bajo su sombra de amistades para toda la vida. Para toda la vida, Tere, aquí o allá; en la tierra o más allá de las estrellas. Siempre.
A ver cómo soy capaz de explicarte cómo me duele escribirte, cómo duelen las mil y una cosas por las que debería darte las gracias de nuevo, aunque siempre le haya dado gracias a la vida por ponerte en mi camino y hacer tanto kilometraje de la mano. Nunca me sueltes, querida mía. Nunca me sueltes.
A ver cómo te cuento que la gente puede morirse, que esto es el instante, que somos tan frágiles. Pero tú no, Tere. Pero tú no.
Tú no.
Gracias, hermana mía, amiga mía. Gracias por tu vida.
Te quiero con toda mi alma.
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4 comentarios:
Sobran las palabras.
Mi más sentido pésame Ana.
Luis Miguel Alcón
Ana, no me canso de leerlo, estabas obligada, ella que también escribía bonito, te admiraba. Yo que te tenía mucho cariño ahora siento que te quiero más. Tu primo Felipe, que te quiere cantidad y yo, te deseamos toda la felicidad que te mereces que es mucha.
Besos de Amparo
Qué orgullosa estará Tere de tener a su lado tus emocionantes palabras!
Tere está siempre con nosotros. Ella sigue siendo parte esencial de esta fábrica de sueños, donde siempre tendrá sitio preferente. Gracias por vuestras palabras.
Te queremos.
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