domingo, 11 de julio de 2010

Las puertas de la alegría

Como quien necesita purificarse he vuelto al sur a bautizarme como si fuese por vez primera en su luz impaciente, en sus encalados insultantes de puro blanco, en los geranios que se abren en sangre sobre las macetas, en el calor que rezuman las piedras cuando cae la noche y el aire se perfuma de deseo.

Necesitaba el sabor salado de las aguas, la humedad en los poros, el beso de los vientos, las puestas de sol que hieren de naranja y oro, las madrugadas como promesas hacia la claridad que no cesa, que no se detiene. Y ahora, aquí, en este tren de alta velocidad que devora kilómetros más deprisa que mis palabras, este tren que se detiene en Córdoba para surcar sin permiso el vientre de la novia de los califas,cierro los ojos y desando los pasos hasta la arena y la roca, hasta el beso y la sábana, hasta el pasado que se desdibuja sobre la cúpula amarilla que domina el Campo del Sur, hacia el misterio que se conjuga en tus labios desconocidos, en el precipicio del abrazo, en el código de barras de tus dedos.

Y pienso, y te pienso, y te nombro en voz baja. Y no miro hacia atrás porque el futuro nunca se asoma a los balcones de lo ya vivido; porque la vida no camina jamás sobre los pasos que ya imprimieron huella en el corazón y en el vientre. Y regreso del milagro encendida en luz, ignorando que en mis carnes hubo una vez una herida, y abro las puertas, de par en par, a la alegría.

(Escrito tan deprisa como este tren entre Málaga, Córdoba y Madrid, una mañana de domingo en que el sol todo lo devora)

10 comentarios:

Guarismo dijo...

Abre tu puerta a la alegría (lo dices tú, Berrendita) y a la luz de mi tierra, y al sol, y al Poniente y al Levante, y a la arena, a la sal y a la mar...

Ana Pedrero dijo...

Abierta está, Miguel. Abierta y encendida en luz. Un beso, con soplo de levante. :)

Félix dijo...

Tú de vuelta y yo con la mente puesta en ese Sur que me aguarda desde hace un año, que tranquiliza el cuerpo y sosiega el alma. Yo también abro mis puertas a la alegría y vuelvo a rebautizarme de sol y sal como cada año.
Me alegro de que la herida se cerrase y de que ahora sólo quede lo que siempre debió ocupar todos los rincones.
Cordialmente,
Félix

Ana dijo...

Volver para encontrar la felicidad perdida, para bañarse de sol, de sur.. mi sur tan querido, de la alegria de estar..
Siempre seras bienvenida a esta tierra, Berrendita.. no pierdas la alegría de Andalucia en tu corazón, y sobre todo de tu Cadiz!

Ana dijo...

Volver a tu Andalucia, a tu sol, al calor de tu Caiz... al mar salado de sus playas.. todo es renacer de nuevo.
Besos Berrendita!

M@r@ dijo...

PAsa felices días por el sur,que allí siempre todo te envuelve,todo te quiere y te mima y el agua salada te baña y te purifica Ana.
Un abrazoooooo

Ana Pedrero dijo...

Ana: gracias, gracias. No pierdo la alegría de mi Andalucía, como tú dices: muy al contrario, la guardo, siempre va conmigo y se reaviva cuando me reencuentro con ese rinconcito al sur del sur que tanto amo. Muchos besos, para tí y para tu pequeña prole.

Mara: ya he regresado, aunque pronto volveré. Dices bien: envuelta, querida, mimada y, sobre todo, purificada. Tenemos que hablar, pequeña. Mil besos.

El Coronel dijo...

Berrendita, perdona la tardanza en visitarte, pero ya sabes los motivos.
Llevas mucha razon cuando dices que no hay que mirar atras, ni volver sobre las hullas de los pasos ya dados. Disfruta de ese lujo que es Cadiz y vuelve pronto.
Besos
Salud

Lamborghini dijo...

Me da tanta alegría leerte!!!! me emociono como un tonto... Joder que alegrías despiertas en mí!!!... me encantaría abrazarte ahora mismo, mojar tus mejillas con mis lágrimas de felicidad y darte las gracias con un beso!!!

Ana Pedrero dijo...

Coronel, mi querido amigo: nunca vienes tarde, esta casa siempre tiene abiertas de par en par sus puertas para ti. De par en par a la alegría. Un beso.

Lamborghini: acepto ese abrazo. También yo te estoy abrazando, encendida en luz, siempre. Un beso. Y GRACIAS. :)