domingo, 6 de enero de 2013

Queridos padres, queridos Reyes


Queridos padres:

No dejéis de ser jamás mis reyes. Los únicos en los que creo. Los únicos magos que conozco. Los que siempre estáis. Los que nos dejáis marchar y nos esperáis cuando regresamos con las alas rotas sin preguntar nada. Los que nos restañáis las heridas del camino bajo vuestra sombra y nos ayudáis a prepararnos para volar de nuevo.

Sé que por mucho que vuele, nunca estaré a vuestra altura. Que nunca sabré compensaros. Que por mucho que crezca, no rozaré el inalcanzable techo de vuestra generosidad sin pedir nunca nada, de vuestro impulso sin decir. Siendo, estando.

Gracias, papá. Gracias, mamá. Por tanto. Por TODO.


(La foto es un mural de mi padre. Unos niños juegan a orillas del Duero, en esta mañana en la que miles de niños juegan gracias a la magia de sus padres)

2 comentarios:

Bea dijo...

¡Cuánta razón tienes, Ana! Ellos, los padres, sí que son magos de verdad. Y son los que no nos fallan nunca. ¡Qué suerte tenemos los que aún podemos disfrutarlos! Muchos besos.

Anónimo dijo...

Los padres son los auténticos magos que están a nuestro lado toda la vida. Ellos nunca nos fallan, nunca piden nada. ¡Qué bien expresas los sentimientos de todos! Feliz 2013, guapa.

Manuel