jueves, 1 de noviembre de 2012

Al otro lado de la vida


Esta es la mano que acaricia a los zamoranos que están al otro lado de la vida, más allá del amor, más allá de la ausencia, del dolor, del miedo a la muerte. Nuestro Jesús. El que tantas veces hemos abrazado bajo la madera. El que tantos silencios sabe.

Esta es la mano que acaricia el aire de marzo, la luna de abril, cuando lo descendemos hasta el camposanto y prometemos ante sus muros la resurrección y la alegría, la Luz y la Vida, la esperanza de que somos eternos, de que somos más fuertes que los siglos, que somos mucho más que corazón y memoria, carne, sangre, herida.

Cuidadnos desde lo alto. Sabednos. Sentidnos. Apuntaladnos cuando nos sepáis vencidos. Abrazádnos desde el otro lado, no nos soltéis la mano. Seguid siempre tan cerca.

Aquí, en la tierra, os echamos de menos. Os queremos.


(En Zamora, su pueblo y el mío, se nos ha muerto hoy Agustín García Calvo. Tan grande. Tan inmenso. Tan sabio. Vuela alto, Agustín. Libre te quiero, siempre. Ni de Dios ni de nadie)

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