Pero qué hermosa esta columna, Ana. La historia y esa retahíla final donde donar es vida y es egoísmo. Se me ha puesto la piel de gallina, aunque eso no es novedad. (A Marisa y su marido le deben temblar las piernas todavía, de leerte...) Un abrazo, bonita.
Me ha encantaoo el artículo, Berrendita, escribes con una pasiónl... que transmites. Preciosa historia de donación de riñón, unidos por la misma cicatriz...
Lo que has escrito Berrendita, seguro que crezca la nomina de donantes. Si eres donante, te admiro, pero envidio a quien reciba (ojala y sea dentro de muchos, muchos años tus dones) sobre todo el corazón. Besos Pd. ¡¡¡¡Por favor pasa ya por Madrid!!!!
Guarismo: lo es. Egoísmo puro. Por eso nos hace sentir tan bien. Un abrazo.
Mara: Lo más bonito de todo es que es verdad. Besicos.
Fusa: gracias, mi niña. A veces la vida es mejor que tus preciosos cuentos. Te sigo queriendo. :)
El ángel: ¡¡Un ángel por la fábrica!! Bienvenida. Y sí, el amor siempre da la vida. Te lo dice una que la perdió en una mala apuesta. Muchos besos. :)
Rosio: te debo mil visitas. Gracias por acordarte siempre de esta fábrica sin sueños. Mil besos.
Ricardo: sí, la historia es preciosa. Esa cicatriz es más que una alianza, más que un contrato, más que un te quiero. Es la misma vida. Mil besos.
Coronel: como siempre, gracias. Sí, soy donante de todo. Pero espero que nadie reciba mi corazón. Lleva roto mucho tiempo, no creo que sirva de mucho. Mil besos. :)
Muy bonita la historia...La verdad es que esos actos siempre me sorprenden...Nunca había visto la donación de organos como un acto egoista, pero me parece que el punto de vista que planteas es muy acertado...Un abrazote
Bueno Ana, mi comentaria nada tiene que ver con esto, pero hoy es noche de San Juan, y lo prometido hace dos años es deuda, no se si aquí en Salamanca tendras barreño y terraza para saltar esas olas tuyas, como veras esa noche no se me ovidará jamás
Hace tiempo mi amiga Rosa, cañera y peleona, dijo que debería tener un blog. Después, Javier me pidió que no hablase de toros ni de Semana Santa: ni cuernos ni caperuces. Entre medias, he leído miles de entradas, palabras de amigos y de miles de desconocidos que cuelgan los pasos que andan y desandan. He leído también miles de respuestas geniales, descabelladas, tiernas, entre líneas, como un escaparate de lo pequeños que somos perdidos entre tanta gente. Y hoy estoy aquí; escribiendo sin releerme en esta fábrica de sueños. Os lo confieso: el título no es mío. Me lo dictaron una noche al oído y yo me lo guardé.
14 comentarios:
Emotiva y bonita historia. Y bien descrita, claro.
Estoy contigo: donar es egoísta. De hecho, dar ya lo es.
Un abrazo,
Miguel
Que bonito Ana....:)
PD:Yo tb et debo unos cuantos,pero es debido a mi fervor estudioso....Ya ves....¡Que acabe pronto¡
Bssssssssss
Pero qué hermosa esta columna, Ana. La historia y esa retahíla final donde donar es vida y es egoísmo.
Se me ha puesto la piel de gallina, aunque eso no es novedad.
(A Marisa y su marido le deben temblar las piernas todavía, de leerte...)
Un abrazo, bonita.
el amor dá vida... y con textos asi, queda mas claro.
Besos.
Precioso atículo Anita....me ha gustado mucho, confio en que a ti tambien te gusten los mios, un abrazo:
ROSIO
Me ha encantaoo el artículo, Berrendita, escribes con una pasiónl... que transmites. Preciosa historia de donación de riñón, unidos por la misma cicatriz...
Saludos!
Lo que has escrito Berrendita, seguro que crezca la nomina de donantes.
Si eres donante, te admiro, pero envidio a quien reciba (ojala y sea dentro de muchos, muchos años tus dones) sobre todo el corazón.
Besos
Pd. ¡¡¡¡Por favor pasa ya por Madrid!!!!
Guarismo: lo es. Egoísmo puro. Por eso nos hace sentir tan bien. Un abrazo.
Mara: Lo más bonito de todo es que es verdad. Besicos.
Fusa: gracias, mi niña. A veces la vida es mejor que tus preciosos cuentos. Te sigo queriendo. :)
El ángel: ¡¡Un ángel por la fábrica!! Bienvenida. Y sí, el amor siempre da la vida. Te lo dice una que la perdió en una mala apuesta. Muchos besos. :)
Rosio: te debo mil visitas. Gracias por acordarte siempre de esta fábrica sin sueños. Mil besos.
Ricardo: sí, la historia es preciosa. Esa cicatriz es más que una alianza, más que un contrato, más que un te quiero. Es la misma vida. Mil besos.
Coronel: como siempre, gracias. Sí, soy donante de todo. Pero espero que nadie reciba mi corazón. Lleva roto mucho tiempo, no creo que sirva de mucho. Mil besos. :)
Muy bonita la historia...La verdad es que esos actos siempre me sorprenden...Nunca había visto la donación de organos como un acto egoista, pero me parece que el punto de vista que planteas es muy acertado...Un abrazote
Siempre llegas al corazón.
ESpero que las lágrimas que provocas a los que te leemos sanen un día el tuyo, que se merece mucho amor y más.
Conchi
Pues hasta roto vale mucho mas que otros enteros.
Besos
Salud
Y lo que a mí me gusta que te acuerdes de tu gente :)
Si los recuerdos no existiesen muchas palabras se nos escaparían por entre los dedos. A ti nunca te pasa eso.
Así da gusto ser egoísta.
Besitos.
P.D.: Los chiringuitos de la Victoria ya están a reventar.
Hay que ser muy entregado para donar así y un amor muy grande.
Preciosa tu entrada.
Pasate x mi blog, hay algo para ti.
Un beso.
Bueno Ana, mi comentaria nada tiene que ver con esto, pero hoy es noche de San Juan, y lo prometido hace dos años es deuda, no se si aquí en Salamanca tendras barreño y terraza para saltar esas olas tuyas, como veras esa noche no se me ovidará jamás
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