Ayer los vimos vestidos de verano, estrenando sus pasos sobre las losas, pintando de alegría las viejas piedras, encendiendo en sonrisas infantiles la mitad de junio.
Son los gigantes de esta ciudad. Los que sueñan. Los que pelean. Los que construyen. Los que aman. Los que sostienen las nubes. Los que nos arropan los latidos. Los que derriban las murallas.
Los que apenas miden metro y pico, aunque sea un pico largo. Los que tienen cuarenta nombres. Los que se emocionan. Los que devoran estrellas al pie de las almenas. Los que visten la noche con la voz ronca del vino peleón.
Los gigantes vivos de esta tierra iban en el vientre de los gigantes inertes, sosteniendo en sus hombros sus armazones de siglos. Derribando los cercos, abriendo las puertas.
Los gigantes de esta tierra, mis gigantes de Capitonis Durii, salieron a la calle a enseñarnos sus sueños. A demostrar que en la ciudad de las leyendas y el silencio queda espacio para los sueños, por inmensos que estos sean.
17 comentarios:
Siempre me han gustado estas figuras enormes...que tocan el cielo, y que oiga, nos protegen de los malos.
Algo estudié en aquella asignatura de Arte Popular(ya desaparecida de los planes de estudio)
Ay, Berrendita, seguro que estos gigantes guardan bien la fábrica. Fijo.
Besos.
vaya, yo me perdi ver a los altos y a los bajos con sus hombros dolorido
50 kilos de ilusion... jeje
vuelvo pronto... y no sé si decirlo con sonrisa o con lagrimas.
La verdad que tu presentación fue estupenda y en general el día me encantó mucho trabajo y esfuerzo en toda la semana pero mereció al pena Berren....
Besitos
Son geniales :D como siempre seres miticos que parecen que cobran vida cuando los llevan puestos!
Saludos:D
.. y están metidos en nuestra memoria desde antes de la primera infancia.
A ver si pronto puedo verlos en acción por estas calles y al son de la música que los mueve. ¡Bravo por ellos!
¿Sabes, Berrendita?... los cabezones es de las pocas cosas que de pequeño impresionaban y de mayor... me siguen impresionando... Yo sigo diciendo, pero "cómo no se caerán los que lo manejan por dentro!", no se, me siguen mucho llamando la atención. Me ha gustado mucho el párrafo:
"Son los gigantes de esta ciudad. Los que sueñan. Los que pelean. Los que construyen. Los que aman. Los que sostienen las nubes. Los que nos arropan los latidos. Los que derriban las murallas."... ,me ha recordado un poco el anuncio aquel de coca cola... "para los que aman, para los que no... para los que les gusta el fútbol... para los que no...! Un saludo!
Lolita: seguro que sí, que la guardan estupendamente desde las alturas, con los pies asentados en nuestros sueños. Un besazo.
Estrellita: Vuelve pronto y dilo con la sonrisa puesta. Aquí te esperamos con los brazos abiertos. Otro beso.
Mara: Claro que mereció la pena. Gracias por lo que me toca, pero los auténticos protagonistas estábais en el patio de butacas y en el vientre de los gigantes. Más besitos.
Fanny: esos son los gigantes de mentira. Los que son geniales son los que lograron sacarlos a la calle y danzar con ellos al son de los vientos. Beso fuerte, guapa.
Luis: claro que sí. Los gigantes nos acompañan desde siempre. Procuraremos que los que van llegando aprendan a soñar con estos dos nuevos gigantes en nuestra tierra de gigantes. Un abrazo.
Lucano: si no tienes guardia ni te escapas a la ciudad del Tormes, el día 28 podrás verlos de nuevo por las calles. Bailarán contigo, seguro. Un beso.
Ricardo: vencer los miedos es también cosa de gigantes. Cuando quieres, te vienes por aquí y seguro que alguien te deja hasta probar. Y sobre el párrafo, no lo había pensado, pero puede ser que a los gigantes les guste la coca-cola, ¿no?. ;). Un beso.
A todos, gracias por andar por aquí.
no puedo...
lo intento y solo sale una arruga... jo!
Qué bonitos!! mi vecino de estudio también tiene gigantes y cabezudos pero son más chunguetes...
Berrendita que ganas tengo de conversar de ciertas músicas contigo a ver que opinas!! a ver si encuentro el tiempo que me falta para todo aquello que me gusta.
un bezo!!
Una pasada el poder ser uno de los cargadores de Arias Gonzalo y Urraca.
¡Bendita locura Capitonis!
A mi siempre me producian un poco de respeto esos gigantes tambaleantes que iban en la cabalgata de la feria o en alguna que otra ocasión en otro desfile particular. Me daban menos miedo los pequeñajos cabezudos que los acompañaban, por aquello de que eran mas similar a mi altura.
Recuerdos de una niña que veia con ilusión pasar a estos gigantes.
Un beso Berrendita!!
Estrellita: ¡puedes!!! :)
Kinush: a ver cuándo nos pegamos un recorrido por la música, que es un auténtico placer. Ahora ando cantando el Stabat Mater de Caldara (¡¡síiii!!!! nuestro adorado Caldara), ya te contaré. :)
Adoquinarios: en efecto, bendita la locura de los portaduriis. :)
Ana: a quién no la han producido los gigantes esa mezcla de temor e ilusión?. Llevé algún tiempo una gigantilla y lo mejor de todo era ver las caras de pánico de los niños cuando te acercabas a darles un caramelo. Decían gracias con la boca pequeña y les temblaban las piernas. Pero en el día a día, ya sabes: los gigantes somos nosotros.
A todos, besos y gracias.
Ana, me encanta que me leas y que me comentes.
Muchas gracias por enlazarme.
Un besote!
pero que suerte tienes de poder cantar esa bella música! que envidia más sana me da...je,je
cuando puedas pasate por mi blog a ver que opinas de esa música. La verdad la versión de nuestro adorado James Bowman me gusta más, pero la de Deller no esta nada mal.
un beso guapetona!!
Ana: hasta de Gigantes y Cabezudos que, por cierto, a mí jamás me gustaron ni desde niño: ¿me habrían dado miedo?, escribes palabras hermosas. Da gusto leer tus entradas, aunque te prodigues tan poco últimamente.
Un abrazo,
Javixu: es un auténtico placer pasear por tus soledades y tus silencios. A veces hubiese querido ser tú y firmar las cosas tan bonitas que escribes. Un beso.
Kinush: te debo visita. Voy a ello y ya comentamos. Otro beso.
Miguel: Cuando alquien que escribe como tú dices que te gusta leerme, enciendes mi vanidad. Gracias por seguir por aquí. Incluso aunque me prodigue poco. Otro beso.
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