Y ahora que van pasando los días, sé que olvidé decirle a Marta que su Toro estaba precioso vestido de Carnaval. Que la Torre del Reloj parecía más alta. Que el balcón de Pilatos ensanchó sus vistas. Que las calles se vistieron de Domingo Gordo y fiesta como si fuesen el marinero barrio de La Viña. Que los soportales se llenaron de parodias entre vino y vino. Que sus paisanos tomaron las calles y perpetuaron bodas, lentejuelas y lutos.
Olvidé contarte, Marta, que tu tierra cumplió con la tradición del desparpajo, ya enterrado bajo la ceniza de la Cuaresma en este viernes primero de la Cuaresma que ya es sábado incipiente en esta madrugada muda. Sé también que sus rescoldos de siglos abrasan a tu gente, que comenzará a escribir romances y murgas en cuanto pase la Pasión.
Y te ilustro todo esto con una foto nocturna que robé un día en una página sin saber siquiera quién es el autor. Porque veo en ella la ciudad bajo el signo de Tauro con olor a reposo y silencio. A niebla de invierno; a humedad y frío. La que me guarda los pasos en sus losas. La que viste de racimos y uvas el mes de octubre. La que engalana de lluvias y frutos la Vega. La que extiende albero de quita y pon mientras espera nuevas fuentes de vino en su coso tres veces centenario. La que se cobija siempre a la sombra de su orgullosa colegiata. La que abre sus puertas en majestad a todo aquel que quiera acceder a sus secretos.
He dejado pasar, Marta, tu carnaval toresano. Porque quise esperar a contártelo así, en tiempo pasado. Como si Toro fuese la Viña, que sigue cantando noche tras noche versos porque en Cái no hay entierros ni sardinas que apaguen las gargantas. Quise contártelo despacito, como un sueño. Despacito, de retirada, igual que han vuelto mis manteos de Águeda a los cajones. Igual que reposa ya en el armario de los sueños este Carnaval que olvidé contar.
12 comentarios:
Mi querida Ana:
Soy la primera porque me voy al última a la cama. Las 3,56 exactamente. No sé qué ando haciendo por aquí a estas horas. Ni siquiera he ido al sitio de Marta porque me voy.
Espero que me cuentes de viva voz el Carnaval de Toro porque este año no he visto nada y a Toro lo tengo en un lugar privilegiado de mi corazón porque su carnaval es de lo más original que existe. Probablemente no le hace falta ni tanta pluma ni tanta lentejuela, ni tanta parafernalia como el de Tenerife, o el de Brasil, ni siquiera el de tu Cái, que, a los gaítanos no le falta imaginación tampoco.
Toro es único por lo jacarandosa que es su gente, por lo bien que lo celebran todo. Tan bien lo celebran que hasta los entierros, como el pasado año.
En fin, Anita. Mañana sin falta hablamos.
Un besito y buenas noches.
Gracias gracias gracias
mil gracias por acordate de mi y de mis carnavales que me quede ahi lejos
y que sepas que me has hecho sonreir entre mis apuntes de economia y mis restos de resaca del viernes carnavalero que me pegue
no fue como el de Toro, pero no estuvo mal
y me senti como en casa... y jo, que usion que ni me salen cosas poeticas que decir, yo que siempre tengo algo que contar y hablo por los codos.
Me alegro de que te acercases a Toro, a pesar del frio y de la lluvia, segun me ha contado mi madre
Un abrazo y nos vemos y nos contamos
Gracias!!
Toro,tierra de buen vino y magnifica gente.....Una ciudad para recordar por sus carnavales y sus fiestas,sus bares y sus tapas de mediodia,y por esa magnifica colegiata llena de siglos y siglos de historia.
Bss Berrendita
Estuve en Toro de pequeñajo y me gustó mucho, y por supuesto buen vino, tierra zamorana.
También me estoy acordando que tuve un jefe que tenía algo en Toro (su padre o algo así era de allí) pero de éste, de mi jefe, no guardo muy buen recuerdo... pero este ya es otro tema.
Saludos!
No es que se te olvidase contarlo. Es que se te mezcló con tus manteos de águeda y se te fué la santa al cielo. Pero no está mal recuperar la memoria aunque sea unos días tarde.
Cordialmente,
Félix
Ya me he calmado un poco de la agitación inicial y ya puedo decirte...
que aunque la Ana que paseó cogida de mi brazo por Gallipoli no eras tú, yo sé que te tenía agarrada en el otro brazo.
Y olvidé contarte que en casa tengo guardada una papeleta que "vale por una hamburguesa en el Mc Donalds" que te compré una noche de hoguera y sangría de abril del pasado año y nunca llegué a usar.
Y que cambiaré esa hamburguesa por algo más sano, el vino pendiente que tenemos y que tomaremos, eso seguro, entre elecciones y tu amada Pasión. Y espero que brindemos con ilusión y no con esperanza!!
Y que no olvido que estás ahí... y no olvido mis Carnavales aunque haya tenido los míos con algo de retraso.
Porque no olvidar es recordar. Y recordar es volver a pasar por el corazón.
Un abrazo de recuerdo!!
La vida sin sueños no merece la pena
Actualiza el blog algún día, anda!
ay berrenda.
Creo que te voy a dar una sorpresa eh?, beendita hoei puto có. Como ves, aunque no estemos muy en contacto le leo, y después...sueño.
22 de febrero. Hoy La Caleta estaba triste. En La Isla, pocas horas antes, las campanas del Carmen tocaban a despedida. El día 21 habia fallecido Mari Carmen, prima hermana de mi madre. Madre de mi primo segundo Miguel. Para mi, ayer por la tarde, La Caleta estaba triste.
Manolo.
(Con tu permiso, Ana). Manolo: Gracias, muchas gracias. Bonitas palabras. La Caleta y toda la Isla estaban tristes, me consta. Mi madre era muy querida en su tierra. Hoy le he dedicado una entrada en mi blog.
Un abrazo,
Miguel
Gracias por firmarme en mis actualizaciones Berrendita.
Espero que pronto nos muestres tus mejores sueños.
Bss
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