Llevo mil madrugadas cosida a internet, que es la ventana que me asoma cada noche a las tablas del Falla. Hoy el templo de ladrillos coloraos se viste de gala. El escenario se ribeterá de flores y sueños, mientras las calles quedan desiertas y en las tiendas se despacha chocolate con bollos para esperar a la madrugada, cuando el secretario del jurado asome por el escenario de un teatro ya vacío y pronuncie el famoso: 'En la ciudad de Cái.....'
En el periódico de hoy, en el suplemento de cultura, mi Cái tiene hoy su espacio. Ayer no pude evitar emocionarme frente al teclado, igual que lo hago ahora, igual que lo hago cada vez que nombro a mi Cái y la recuerdo vestida de fiesta y pasodobles, de pasión, tablaos y madrugadas en la Viña. Salamanca, de alguna manera, hoy latirá al tres por cuatro, porque mi corazón marca el tres por cuatro. Y alguien le dictará mi nombre a las olas orgullosas de La Caleta, para que no se olviden de pronunciarlo cuando besen la arena rubia de sus orillas.
Leedme. Hoy sí. Sigo siendo una jartible de tierra adentro. Del Falla a La Viña, la ciudad que canta.
p.d. En mi Cái me leen. Es flipante, pero el google ha tenido la culpa y me van a llamar para hacerme una entrevista en la SER del Puerto. Tengo el pañuelo preparado. ;)
viernes, 20 de febrero de 2009
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13 comentarios:
A ti se te empañan los ojos de lárgimas cuando escuchas la palabra Cadiz y a mi cuando oigo algunes cuples y pasodobles llenos de sentimientos....
Nosotros empezamos hoy nuestro particular carnaval...:)No es comparable pero es de aqui.
Bss Ana
Que arraigao tiene a la Cai.. espero que puedas disfrutar algun año mas cerca de nuevo tantos sentimientos. En mi pag. tienes una canción que retoma el sentimiento del mar, el amor y el carnaval.. por si te quieres pasar a escucharla (no es una comparsa)
Un beso Guapa!
Lo que me extraña es que no te llamaran antes y además que el ayuntamiento de Cadiz, te nombre su Embajadora.
Besos
Salud
"Tenemos los pies en el barrio y el grito en el cielo", canta Sabina.
Es así, sin duda.
Te abrazo, Berrendita.
Brillante, Berrendita, brillante como siempre. Describes el carnaval gaditano como nadie.
Acabo de llegar de nuestro Cái, aunque no he estado de carnavales. Aquello es la locura y yo soy más bien tranquilo, no me gustan las aglomeraciones (pero vi por TV parte de la final de la casa de ladrillos coloraos y me reí con ganas con "los enteraos").
Prefiero mis playas... Esta noche, en Guarismo, dejaré mis olas como testimonio. Precioso día el de hoy, entre la mar, la sal, las olas, la arena húmeda...
Dinos donde podemos oír tu entrevista desde el Puerto. Será brillante.
Un abrazo,
Miguel
Que te pongan una calle.. o un avenida para tomar el fresco, ¿no? Yo te voto. Beso!
Madre mía las fiestas de Cadiz, tienen que ser la risa, con todo el arte que hay por allí
Un abrazote
Yo siempre me he imaginado que el viernes por la noche es cuando empiezan a temblar las paredes de la casa de ladrillos colorados, y en un arrebato de euforia estalla en papelillos y serpentinas que caen de madrugada adornando calles y balcones. Algo así es para el comienzo del carnaval en Cádiz.
Besos, y emocionados.
Ay, Berrendita, como escribes, tengo la canne de gallina!!
Yo estuve en la final del 2003, fue un milagrito que no se ha vuelto a repetir.
Ahora llevo un par de años sin poder escaparme... y cómo se echa de menos el carrusel del domingo, con un buen papelón de tortillitas de camarones!
Espero, que aún en la distancia, sigas disfrutando de los destellos del dios Momo.
Un besazo!
Hola Berrendita,
como siempre, genial artículo, escrito con mucho arte. Me alegro que te lean en tu Caí... y por tu próxima entrevista radiofonica.
Saludos.
Pero lo más bonito de cuando tú hablas de tu Cái no es leerte (que también), sino escucharte. Ver cómo esa emoción se pone en tus ojos y le entran ganas a uno de pertenecer a esos recuerdos.
De verdad que a mí es una de las cosas que más me impactó... ver cómo, al hablar de algunas cosas, entre ellas Cádiz, eras la persona más sensible y frágil del mundo.
Y soy una privilegiada por poder hablar de eso con conocimiento de causa.
Me alegro de que te lean en Cádiz y de esa entrevista, porque con la voz impresionas también.
Un abrazo, Berren.
M@r@, mi niña. Sé que vuestro Carnaval ha sido una pasada y que habéis pintado de color las calles de nuestra gris ciudad dormida. Mil besos, amore.
Ana: Pasaré, te lo prometo. Tengo que ponerme al día. Y no, cielo, no es que tanga arraigada a mi Cái. Es que mi Cái viene ya siempre conmigo, allá donde yo esté..... Mil besos, bonita.
Coronel: jajajaja. Muchas gracias. Con o sin título, ya me siento una embajadora de la Tacita, al igual que lo era de mis piedras románicas cuando vivía al pie de la playa. Mil besos.
Arcángel: es así, sin duda. Yo también te abrazo. Y te admiro, escritora. Profundamente.
Guarismo: no sé si lo describo como nadie, pero lo que sí te digo es que lo siento tan adentro que parece que me sale de las tripas. Pasaré por tus olas y dejaré que me acaricien un poco. Mil besos.
David: un poco exagerado eres, no?. Ahora, si es para tomar el fresco, sea. Yo voto por tomar el fresco contigo. Un beso. :)
Mr Blueberry: detrás de la risa, se oculta el corazón de la Gades más antigua, que nunca deja de latir. Al tres por cuatro, por supuesto. Besos.
AdR: Algo así es. Y parte de esas serpentinas vuelan a la calle Sacramento para que un pirado con una libreta en el bolsillo y mil versos en la recámara encuentre, en blanco tostado, un nombre. Mil besos, con sabor a moscatel. :)
Bicho: los destellos del dios Momo brillaban en Salamanca, te lo juro. Yo los ví, iluminando mi alma y todo lo que amo. Mil besos.
Ricardo: no sé si es arte, pero juro que cincelé cada palabra en las aristas de mi alma. Mil besos.
Fusilla: De siempre me dijeron que mis ojos hablan más que las palabras. Y tú los descifraste con el diccionario de tu inmensa dulzura. Te debo una a tí y otra a Hache. Pero necesito tiempo para saborearos. Gracias por ser, gracias por estar, gracias por leer en estos ojos. Te abrazo desde esta casa, que sabes que es la tuya. Mil besos.
Noe, mi niña, no me llores, que tiene que ser una gozada ver asomar por la pantalla el sol de tu sonrisa en cada informativo.
Todo cicatriza, Noe. Algún día, cuando esta herida no duela, recorreremos la Viña y te enseñaré los secretos de la ciudad que canta.
Mil besos.
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