jueves, 28 de mayo de 2009

A dónde irán los besos (memoria de un corral de comedias)


Cuando la ley de la piqueta se impone a la razón, al sentimiento, a la memoria de un pueblo, no hay ladrillo ni euro que justifique semejante despropósito. La misma Salamanca que hace unos años amaneció con un boquete allá donde se alzaba el Gran Hotel, ayer sintió en la yugular el mordisco de la codicia, al mismo tiempo que las palas mordían la vieja estructura del Teatro Bretón, el teatro de los pobres, el teatro erigido sobre el antiguo corral de comedias. Desde la tristeza y la impotencia, sólo cabe preguntarse a dónde irán los besos.

Es mi columna de hoy.

(Foto de Tribuna de Salamanca/ Pedro Ladoire)

miércoles, 27 de mayo de 2009

Cádiz ya está en marcha


Cádiz hace hoy su primera noche entre los pinos, al otro lado del Guadalquivir. Me gustaba acompañar a mi hermandad el martes, cuando los cohetes convocaban temprano a la misa de romeros entre los muros de San José, que son los muros de la Blanca Paloma junto al mar, cerca de Puerta Tierra. Las calles recién puestas, las voces del coro por alegrías y tanguillo, cantes de ida y vuelta, Santa María y La Viña, la salve gaditana culminando la misa, la medalla de cordón azul sobre el pecho, junto a la de la Palma del Condado, como si los volantes del vestido recogiesen el paso de los dos aunque siempre caminase yo sola tras la carreta.

Me gustaba ascender por la Cuesta de las Calesas y ver la carita hermosa de la Virgen del Rosario para cantar una Salve con sabor a despedida y a beso; el gentío en San Juan de Dios antes de enfilar de nuevo la Avenida para pasar por el Puente Carranza, dejando atrás la estampa de la Cádiz bulliciosa de los mediodías, la luz dorada sobre la cúpula dorada, la Bahía plateada bebiéndose el sol.

Me gustaba cantar con voz ronca las sevillanas de candela y barro, las de noches y estrellas, vamo a cushá, ajín depasito. El compás de las palmas, la mirada inmensamente verde de mi amigo Joselito enfundado en su traje corto, la mirada empapada de ternura de Cristina, las emociones encontradas cuando el simpecao avanzaba hacia el arroyo San Pedro y éramos como puntitos errantes sobre el mar, como si repitiésemos tras la Virgen el milagro del Cristo que anduvo sobre las aguas.

Hoy, esta mañana, juro que escuché los cohetes convocando a la misa de romeros. El olor a cantueso y tomillo en las calles recién puestas. La sal, el rumor de las olas primeras. Los ecos, la algarabía que viste a Sanlúcar de fiesta, el ir y venir de las barcazas con su bandera de España y de Andalucía ondeando de orilla a orilla, del Coto a Bajo Guía, del santuario pequeño a los verdes pinos, calor, arenas blandas, polvo reseco, vino en la copa, la emoción a flor de piel.

Cádiz ya está en camino mientras Jerez, El Puerto y Sanlúcar velan almas y plegarias. Y allá, en La Aldea, la Virgen del Rocío sonríe, iluminando el camino de los romeros del sur del sur, rinconcito de plata, coplas y devociones en verso.

Buena peregrinación, hermanos.

(Como quiera que mi ordenador petó y mis mejores fotos se quedaron en móviles y en ordenadores que ya no me pertenecen, la foto es de www.lavozdecadiz.es. Los recuerdos me los traje, como si hoy mismo hubiese caminado tras el simpecado)

domingo, 24 de mayo de 2009

La noche de la primavera (ese Cái.... oéee!!!)


Hoy el Cádiz, mi Cái, ha regresado a Segunda A. A estas horas, las 22.39 de la noche, mientras yo escribo con mi bufanda del Cádiz puesta sobre la ropa de tierra adentro, los gaditanos habrán tomado la avenida y la fuente de Puerta Tierra y mi Tacita se habrá vestido de amarillo cantando con el corazón en la garganta el 'Me han dicho que el amarillo....' de Manolito Santander, himno oficioso y chirigotero del submarino amarillo, aquel que Mágico puso a surcar los cielos.

No sé si soplará poniente, como la noche del ascenso a Segunda, o si habrá levante en calma, como aquella otra noche, la noche de la primavera, la más bella que vivió Carranza, en la copla carnavalera de Juan Carlos Aragón, el poeta maldito de Cádiz.

Hoy no son de Jerez las lágrimas que derramo, ni de salitre y arena rubia, sino de emoción y nostalgia a partes iguales, perfumada del olor a madera, suavizante y tabaco de los cajones de la que un día fue mi casa, aún impregnado en esta bufanda que me arropó los despojos de alma cuando desandaba el camino y que tantas veces fue una bandera azul y amarilla ondeando alegrías en mi Carranza, ese templo del fútbol donde me bauticé en la religión cadista y donde el césped es un océano de algarabías de fondo norte a fondo sur.

Sé, preciosa Cádiz, que habrá más noches de primavera en las que me dejaré llevar por una marea amarilla por tu avenida inmensa, camino de las Puertas de Tierra encendidas de bullicio y bengalas. Esta es mi promesa en esta noche en que tus calles son alegrías de ida y vuelta y a mi, tan lejos, los versos y las palabras me cuestan tanto.

Necesitamos la magia

Para sentirnos de nuevo niños. Para vivir con la sonrisa puesta. Para que todas las noches sean la Noche de Reyes. Necesitamos la magia.

jueves, 14 de mayo de 2009

Se dejaba llevar (va por ti, Antonio Vega)


Nos dejaba el martes, apagando la luz de sus ojos tristes, la melancolía pegada a los huesos, un caballo desbocado que se cebó con su generación maldita.

Con él se va el rastro de la adolescencia de quienes crecimos a la sombra de su sombra rota. En este día de celebraciones futboleras, yo me quedo contigo, Antonio Vega. Este es mi tributo.

jueves, 7 de mayo de 2009

La dignidad no prescribe

El Supremo ha absuelto a un abuelo condenado por la Audiencia Provincial de Salamanca por abusar de su nieta. La razón estriba en que había prescrito el plazo entre los hechos ocurridos y la denuncia interpuesta por su nieta, ya mayor de edad. Sólo con pensar que existen plazos, que puede llegar a prescribir un delito tan asqueroso, que atenta contra la sonrisa de los niños, contra la dignidad de las mujeres, contra la naturaleza y contra los más elementales principios de la sangre y del amor, se me revuelven las tripas.

Os lo cuento así en la edición de hoy.

domingo, 3 de mayo de 2009

Sólo tabaco

Hoy hace nueve años que nos conocimos. Abrimos juntos las puertas a la vida. Vivimos juntos una vida que ya no es la tuya, que ya no es la mía. Y me parece mentira que al cerrar la puerta todo quedase tras los muros del silencio, en el candado que ya nunca se abrirá. El candado en la boca, el candado en la lengua.

Hoy hace nueve años. Pero todo ya es nada.Yo ya soy nada. Y tú eres el tabaco seco que olvidaste en mis cajones. Sólo tabaco, eso me queda. Sólo eso.