viernes, 31 de octubre de 2008

Sólo una hora

Ahí tenéis otra. Siento ser tan cutre y no poder escribir algo para nosotros solos. Me falta una hora, me faltan mil horas. Mil sueños. Mil besos.

Sólo una hora.

lunes, 27 de octubre de 2008

Las mujeres tronamos

(Sé que tengo este blog muy abandonado. Que no vengo lo que debería. Lo sé porque echo de menos las noches ante la pantalla, los sueños a medias, la rabia, la ternura, la nostalgia que me provoca todo lo que escribo. Construir una vida nueva no es fácil. Los que me conocéis, lo sabéis. Los que no, os lo imagináis. Mientras vuelvo, os dejo el enlace de una de mis columnas de opinión.Sé que con ello esta fábrica pierde el encanto de lo desconocido, pero al menos puedo conjugar unas cosas con otras. Esto, entre otras muchas cosas, es lo que le roba el tiempo a esta fábrica y a mi vida, que es como una montaña rusa. Un beso a todos, con truenos. Porque las mujeres tronamos).

Pinchad aquí: Las mujeres tronamos.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Teresa, ternura

En los archivos de mi alma guardo tu nombre, Teresa, porque le da nombre a la ternura.

Cuando venías de camino en el vientre de tu madre, pensaba que nunca podría quererte, que mi cupo de amor estaba saciado con la presencia de Lucía, tu hermana, en el mundo. Después, cuando te tuve en mis brazos tan pequeñita, tan indefensa, tan en la palma de mi mano, sentí que me derretía pegada a tus faldones, a tu espaldita huesuda, a tu pinta de tirillas, a tu carita tan preciosa, tu frescura, tus ingenios, tu descaro.

Y te quiero, Teresa. Te quiero sobre todas las cosas, porque cuando os tengo cerca siento que mi mundo se reduce a la mirada verde de tu hermana, tan calcada de la mía, a tus abrazos, a los besos que casi duelen de amor en estado puro, a los balbuceos de mi nombre en vuestros labios cuando aprendíais a llamarme y yo me moría por dentro de alegría. Porque os sabéis, porque sóis sangre de mi sangre, sábana de mi sábana.

Quizá algún día, cuando crezcas, te enseñaré a pronunciar tu nombre conjugado como lo conjugo esta noche, tan cerca, tan lejos. Igual que te abrazo todas las noches, igual que no concibo ya ninguna noche ni ningún día sin vosotras iluminando todas mis habitaciones. Igual que te soñaba dormida en tu cunita a orillas del mar cuando la estrella del norte se posaba bajo tu ventana. Igual que canté tu nombre con vino oscuro en la copa el día que llegaste a nuestras vidas con el viento de levante librando batallas perdidas en mi pelo.

Te quiero, mi pequeña Teresa. Porque en tu nombre cabe todo mi orgullo. Porque en tu piel escribo toda mi ternura.

viernes, 3 de octubre de 2008

Abrazos


Hay cosas que nunca se rompen, aunque la vida intente hacernos añicos.

Hay abrazos que duran toda la vida, miradas que nos guardan los pasos a pesar de los kilómetros, cárceles de carne y ternura que sobreviven a los siglos. Mantas que nos tapan los agujeros del alma en las noches sin luna y soledad. A veces, en los sueños, sentimos su tacto acariciándonos el rostro y pronunciamos un nombre sin despegar los labios. Aunque no lo sepamos cuando despertemos.

Te sigo abrazando. :)